No caben más primaveras en los versos de un poeta desdeñado y marginado, en el hueco de un sendero equivocado no caben más lunas ni más universos. Subiendo a la cara secreta del mundo he limpiado con coraje mis despojos he peinado mi pelo y pinté mis ojos zurciendo mis harapos de vagabundo. Y confieso que fui un ave enjaulada que siendo prisionera viví con miedo, que sufrí mil torturas con gran denuedo y anduve por fantasmas amenazada. Confieso que he nadado en aguas ardientes, que ahuyenté con mis manos tanta locura, que intentando matar odio con ternura, conviví con difuntos impertinentes . Creyéndome en tinieblas, no vi remedio, He dormido temblando, sin un testigo; rebuscando la paz no encontré un abrigo… y no pude poner tierra de por medio. Confieso rebuscar hasta el hastío caricias yertas, dios sabe en qué lugar, y aunque nunca he dejado de sollozar mis llantos se perdieron en el vacío. Ahora esquivo sonrisas simuladas, Y enganchada a mis letras alzo el vuelo me refugio en mi planeta paralelo me libero de penas acomodadas… No caben más primaveras en mis versos