lyrics
Bronte, amigo fiel, mi gigante de corazón,
tus pasos aún resuenan como un eco en mi canción.
Doce años juntos, caminando por la vida,
fuiste mi refugio en cada herida.
Las mañanas contigo tenían su propio sol,
tus ojos hablaban, no hacía falta el control.
Corriendo en el parque, riendo bajo el cielo,
eras más que un perro, eras mi consuelo.
En los días oscuros fuiste mi luz constante,
un guardián de mi alma, siempre tan brillante.
Cuando todo caía, tú estabas de pie,
mirándome firme, diciéndome: "Ten fe."
Bronte, mi amigo, mi leal compañero,
en cada paso siento que sigues aquí entero.
Desde el cielo me cuidas, mi guardián celestial,
mi mastín mestizo, mi amor incondicional.
Recuerdo tus ladridos como himnos de alegría,
saltos y carreras que llenaban cada día.
Tus patas marcaban historias en el camino,
y en mi corazón dejaste un destino divino.
Eras mi sombra en los días de sol,
y en noches de tormenta, mi abrigo, mi farol.
Juntos aprendimos de la vida y sus giros,
sin verte en mis sueños, sin extrañar tu verdad.
Eras más que un perro, eras un pedazo de mi ser,
mi maestro en el amor, en cómo querer.
Bronte, gracias por los años de alegría,
por enseñarme a amar sin ninguna medida.
En cada paso, en cada amanecer,
siempre estarás conmigo, no te voy a perder.