가사
Cuando me miro en el espejo y me veo viejo me doy miedo. Por todo lo que he vivido tal vez merezca la muerte, pero esa suerte me rodea con ojos oscuros de cualquier manera.
No he tenido tiempo de despedirme de tantos, y al final que del barranco que tampoco es tan alto, cuento con los dedos. Demasiado jóvenes, y bello semblante para salir con los pies por delante.
Del infinito bregado, al dolerse constante, en esta vida sin sentido es mejor vivir lo vivido y no dar nada por sentado, que el que se sienta a tu lado, lo mismo te mata, lo mismo le duele, lo mismo le hace gracia.
Hoy vuelvo al asiento de los acusados. Buen viaje amiga mía que nunca nos hemos olvidado, aunque hayan pasado veinte años y fuéramos distintos, te dedico unas lágrimas para darte tu sitio.
Parece que me despido, pero no he terminado. Recuerdo las tardes que pasamos en el Hogar, las noches en vela, de los invitados a esa fiesta ya faltan dos. Por eso escribo estas letras, y te encomiendo a quien pueda.
Se valoran más las cosas cuando ya han pasado. Cuando el cuerpo esta frio, cuando ya se ha acabado.