Dalszöveg
Tu voz suena en casa y todo cambia,
se enciende la risa, se apaga la carga.
Tu forma de estar, sin hacer mucho ruido,
nos da lo que el mundo no ha conseguido.
Nos miras y el alma se llena de luz,
tu abrazo es el norte, la ruta, la cruz.
No hay nada mejor que saber que estás bien,
que sigues aquí, que te sientes también.
Contigo todo brilla, todo sabe a paz,
el tiempo se detiene cuando tú estás.
Papá, tu presencia es fuerza viva,
la razón por la que todo se equilibra.
Contigo todo brilla, nada va al revés,
nos das el impulso, nos haces crecer.
Miguel, qué suerte que hoy te tenemos,
te amamos sin pausa, contigo… ¡vivemos!
Cada paso tuyo nos deja una huella,
construyes familia, alma y estrella.
Y ahora que el cuerpo se toma un respiro,
tu espíritu fuerte sigue el camino.
Tú eres raíz, eres calma, eres cielo,
y aunque no lo digas, te creemos.
Gracias por ser el que nunca se rinde,
el que nos enseña que el amor… no se finge.
Contigo todo brilla, todo va mejor,
nuestra casa tiene tu calor.
Papá, tu risa es medicina,
tu presencia el sol que ilumina.
Contigo todo brilla, hoy y siempre más,
porque el corazón contigo está en paz.
Miguel, no hay duda: ¡tú eres el centro!
Y este amor por ti… es puro y eterno.