Dalszöveg
Verso 1:
Dicen que nada dura para siempre,
que el tiempo desgasta hasta lo más fiel.
Pero lo nuestro es tan fuerte, tan diferente,
que ni el viento ni el mar lo podrán vencer.
Cuando el sol se esconda, estaré contigo,
cuando caiga la lluvia, te abrazaré.
Este amor es eterno, nuestro único abrigo,
y por más que pase el tiempo, jamás cambiaré.
Estribillo:
Nada podrá acabar con este amor tan puro,
ni las montañas, ni el vasto mar.
Ni la tormenta ni el fuego oscuro,
solo Dios podría hacernos parar.
Nuestro amor es una promesa divina,
un lazo fuerte que no tiene final.
Con cada latido, se hace más fuerte,
es inquebrantable, eterno e inmortal.
Verso 2:
Que vengan las pruebas, los días grises,
porque siempre a tu lado yo estaré.
Somos dos almas que el destino bendice,
una historia de amor que siempre recordaré.
En la calma o en medio del desastre,
seguiré siendo tu paz y tu luz.
Nada, amor mío, podrá separarte,
pues juntos somos fuerza, somos tú y yo.
Estribillo:
Nada podrá acabar con este amor tan puro,
ni las montañas, ni el vasto mar.
Ni la tormenta ni el fuego oscuro,
solo Dios podría hacernos parar.
Nuestro amor es una promesa divina,
un lazo fuerte que no tiene final.
Con cada latido, se hace más fuerte,
es inquebrantable, eterno e inmortal.
Puente:
Si las estrellas caen, si el cielo se apaga,
aquí estaré, aferrado a tu alma.
No hay barrera que nos rompa en pedazos,
somos uno solo en este abrazo.
Estribillo Final:
Nada podrá acabar con este amor eterno,
ni la distancia ni el tiempo inmortal.
Serás mi sueño, mi paz, mi cielo,
hasta que Dios nos vuelva a encontrar.