Dalszöveg
Prefiero olvidarte,
que nunca haberte encontrado,
aunque fue tan breve
lo que nos ha dejado.
Y aunque ahora duele,
este vacío que arde,
me queda el consuelo
de haberte podido amarte.
Prefiero olvidarte,
a nunca haberte besado,
porque aunque te fuiste,
en mí te has quedado.
Cada recuerdo
es un latido constante,
yo puedo acordarme
de cómo sabe amarte.
No habrá segundas partes,
pero en mis sueños estás,
como un eco suave
que no se irá jamás.
Aunque tu luz se apague
y no vuelva a verte,
el amor que dejamos
no conoce muerte.
Prefiero olvidarte,
a nunca haberte tocado,
porque aunque ya no estás,
en mí has perdurado.
Como un susurro
que el viento no parte,
en mi corazón
nunca te marchaste.
Y si en esta vida
no hay más que silencio,
en cada latido
te encuentro y te siento.
Aunque te haya perdido,
mi amor no se va,
te llevo conmigo,
mi eterna mitad.
Prefiero olvidarte,
a nunca haberte tenido,
porque aunque no estás,
sigues conmigo.
Aunque fuiste un instante,
y el tiempo se aparte,
siempre podré soñarte,
nunca te marchaste.