Te elijo a tí, siempre a tí, desde que te vi. La vida nos jugó y nos cazó. Estabas en la Urbana, tú estudiabas en la nocturna y coincidimos un día y otro. Vas de mi mano pequeña. Aunque todo el mundo nos mira, nadie se da cuenta de lo que siente nuestro corazón, por eso teníamos que tener nuestra canción. Te elijo a tí, siempre a ti, esos ojos azules me quemaban. Cuándo nadie escuchaba mi dolor y nadie veía mi soledad, llegaste tú para descongelar mi corazón. Entre risas y vinos clarete pasábamos las tardes. Aunque todo el mundo nos mira, nadie se da cuenta de lo que siente nuestro corazón, por eso teníamos que tener nuestra canción. Muchos saben mi nombre pero solo a ti quiero rendirte cuentas, solo tú me conoces. Yo gritaba en silencio y tú escuchaste mi voz.