Jesús, hasta los cielos llega tu misericordia, Y tu fidelidad se alza hasta las nubes. Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia Por eso tus hijos se amparan bajo la sombra de tus alas. Porque contigo está el manantial de la vida; En tu luz vemos la luz. Deléitate asimismo en Dios, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino, confía en Él y Él lo hará. Pacientemente esperé a Dios, Y se inclinó a mí oyendo mi clamor. Puso luego en mi boca un cántico nuevo, mi adoracion solo es para Él Bienaventurado el hombre que puso en Jesús su confianza Mi esperanza está en ti Señor Mi ayuda y mi libertador eres tú Jesús, solo Tú