En el cielo hay un Dios que nos protege y nos ama aquí en la tierra, que nos dio a su único hijo para salvarnos de nuestros pecados. Somos débiles de corazón, pero tú nos das la fuerza aunque a veces no sigamos tu camino. Siempre nos acoges y proteges y en nuestro camino a nuestro lado siempre estás y nos ayudas ante cualquier dificultad.