Apenas un instante imperceptible y fugaz, tus ojos, aún azules, iluninando todo el pasillo y aquella paz absoluta que no ha vuelto a vivir mi mundo Fue una época fértil de vino y miel en abundancia y a mí se me caían los poemas de los bolsillos cada vez que veía tu sonrisa El mundo estaba por estrenar y lleno de primeras veces