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Príncipe se llamó el viejo al cual dedico mi canto
Él nació allá por Baraya, siempre fue u hombre del agro
Que dedicó su existencia, a las labores del campo.
Desde muy joven luchó pa' tener lo que quería
A él le tocó hacerse cargo de su madre y su familia,
Pues su padre los dejó, … así es la ley de la vida.
Cuando los gallos cantaban anunciando el nuevo día,
Mi padre se levantaba en la mañana muy fría
A divisar sus maticas, y animales que tenía.
Muy querido en la región por ser un hombre correcto
Ayudando a sus paisanos de todos ganó el respeto,
Por eso es bien recordado, Don Pimpe en todo momento.
Dos matrimonios a cuestas, once hijos su descendencia
Fue un referente pa' todos con su voz y su experiencia,
Pero un infarto maldito, le arrebató su existencia.
Se nos fue el viejo Don Pimpe, la gente triste lloraba
Era un padre para muchos y aquel que los ayudaba
Amigo incondicional, de quien lo necesitaba.
Trabajó incansablemente durante toda su vida
Para sacar adelante sus hijos y su familia,
Algunos no vio crecer, se apresuró su partida.
Mi madre quedó solita lamentándose muy triste
Pues todo lo que soñaba se le había venido a pique
Y así termino señores, la historia del viejo Pimpe.
Cuando yo tenia quince años la muerte se lo llevó,
Y a mi madre y mis hermanos muy solitos nos dejó
Pasando duros momentos, de amargura y de dolor.
Cuando yo tenía quince años la muerte se lo llevó
Pero nunca olvidaremos el amor que nos brindó…
Pero nunca olvidaremos, … el amor que nos brindó.