El río lleva su canto al mar, las hojas bailan con el jacarandá, el viento suave besa el tambor, y en su latido crece el amor. El cielo claro empieza a brillar, la luna espera su turno al final, las raíces laten bajo los pies, la tierra vibra, todo se ve. Baila tranquilo, siente el compás, la naturaleza te invita a soñar, en cada golpe, en cada tambor, se mueve el alma, se enciende el sol.