Jesús en el hogar de Simón el fariseo, uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él, y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa entonces una mujer de la ciudad que era pecadora, al saber que Jesús estaba en la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume, y estando a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies y los enjugaba con sus cabellos y besaba sus pies y los ungía con el perfume Bendita sea María Magdalena amigos cuando vio eso el fariseo que le había convidado, dijo para así este si fuese profeta reconocería bien qué clase de mujer Es la que le toca y que es pecadora