Letra da música
Este hombre
que alucina en una realidad amorfa,
holograma fatal escondido
en alguna grieta del universo,
camina con duda ,
pero aun así avanza.
Es entropía pensando,
filosofía que se deshace,
trote corto hacia un destino
Este hombre,
falencia abierta,
maniqueo cansado,
simplemente humano.
Una legión lo habita,
incoherencias que discuten entre sí,
un campo de batalla
A veces vence, a veces es vencido
Pero no se rinde.
Este bípedo fragmentado
no tiene un Yo que gobierne,
solo voces heredadas,
idealizaciones ajenas
cruzándole el pecho.
Busca en la posverdad
tantea la penumbra,
persigue la mentira
en la sombra exacta
que el sol fabrica
a media tarde.
Y entonces se detiene
—siempre hay un instante—
y se pregunta
¿quién soy?
Soy una caja de carne,
un cuerpo con puertas internas,
habitado por muchos Yo
Una perpetua contienda.
Un Yo mueve los hilos del otro
mientras imagina al yo de antes,
un Yo que no clausura nada,
que deja las preguntas abiertas
como heridas limpias.
Un ser incapaz
de comprender el infinito,
y sin embargo condenado
a intuirlo
en cada noche.
Un bendito ser,
por frágil, contaminado y
contradictorio,
Un ser...
Irremediablemente,
ambiguo.