Letra da música
A veces la calle me llama,
como un susurro en la madrugada,
códigos que llevo tatuados,
en la piel y en la mirada.
Aquí se aprende a sobrevivir,
sin quejarse, sin pedir,
los golpes enseñan, no hay marcha atrás,
cada paso es firme, cada paso es paz.
Códigos de calle, en cada esquina,
la vida es cruda, pero es mi rutina.
Nada de promesas, solo el aquí y ahora,
la calle me forjó, me dio su corona.
Mis hermanos son de acero,
sin lujos, sin dinero,
si caes, te levantan, sin pensarla,
la familia no se compra, es de verdad.
Los códigos son simples: respeto y lealtad,
no traicionarás, ni mirarás atrás,
lo aprendido en la acera no se olvida,
un pacto con la vida, una sola salida.
Coro
Aquí se aprende, aquí se va,
los códigos se llevan en la piel y nada más,
hermano es hermano, no se rompe la unión,
el barrio nos cuida, somos uno en el montón.
No hay necesidad de fingir,
ni de aparentar, solo de resistir,
esos códigos que nadie entiende,
te fortalecen aunque el mundo te vende.
La calle te enseña lo bueno y lo cruel,
en cada pared, una historia, un cartel.
No hay héroes, no hay fin, solo seguir,
con la lección clavada hasta morir.
Cada cicatriz, un capítulo escrito,
cada batalla, un lazo infinito,
si caigo, mi gente me levanta,
sin más palabras, con la frente alta.
Nos entienden pocos, nos critican tantos,
pero el silencio de la calle es santo,
porque en cada mirada, un pacto de fe,
y un código que llevamos en la piel
Los rostros se graban en la memoria,
cada esquina tiene su historia,
el tiempo se vuelve solo un detalle,
cuando vives bajo las reglas de la calle.
Coro
Aquí se aprende, aquí se va,
los códigos se llevan en la piel y nada más,
hermano es hermano, no se rompe la unión,
el barrio nos cuida, somos uno en el montón.