De Pueblo en Pueblo ( A Las Orquestas de Baile)

Verso 1:
Van de pueblo en pueblo, de barrio en barrio,
orquestas de baile, su música es un relicario.
Por fiestas señaladas, siempre al compás,
trasnochando en sus coches, llevando la paz.
Con su labor de montaje, sin descanso,
mientras el reloj avanza, se sienten al mando.
Todo lo hacen con ganas, aunque el cuerpo pida más,
porque saben que la fiesta empieza con su sonar.
Coro:
De pueblo en pueblo, sin mirar atrás,
llevan la música, sin dejar de bailar.
Montan y recogen, agobiados al final,
pero en sus corazones, la fiesta es lo vital.
De barrio en barrio, el ritmo es igual,
y aunque sea cansado, es su amor esencial.
Verso 2:
El escenario listo, la música empieza a sonar,
la orquesta toca y la gente a bailar.
Pero entre bastidores, la carga es real,
sudor y esfuerzo, en cada paso fatal.
Son los héroes anónimos de cada celebración,
sin medallas ni gloria, solo vibración.
Recogen sus cosas, ya sin fuerzas para más,
pero la recompensa está en cada pieza y en paz.
Coro:
De pueblo en pueblo, sin mirar atrás,
llevan la música, sin dejar de bailar.
Montan y recogen, agobiados al final,
pero en sus corazones, la fiesta es lo vital.
De barrio en barrio, el ritmo es igual,
y aunque sea cansado, es su amor esencial.
Puente:
Son los que dan vida a cada rincón,
a cada baile, a cada canción.
Aunque el cuerpo pida descanso ya,
el alma renace con cada compás.
Coro final:
De pueblo en pueblo, sin mirar atrás,
llevan la música, sin dejar de bailar.
Montan y recogen, agobiados al final,
pero en sus corazones, la fiesta es lo vital.
De barrio en barrio, el ritmo es igual,
y aunque sea cansado, es su amor esencial.