Songteksten
Corrido de Calixto Mejorado y Enrique Días
En los ochenta en Santiago, comenzó esta historia amarga,
Calixto Mejorado buscaba un trato que le faltaba.
Le dijo al Tataguel: “Acompáñame, hermano fiel,
con Enrique Días haremos un trato, él siempre tiene con qué.”
Enrique Días, hombre fuerte, de dinero mal habido,
en la sombra del poder, por el vicio sostenido.
Tataguel se negó: “Calixto, algo no está bien,
yo mejor me voy a Parral, allá me espera mi mujer.”
Calixto fue solo al trato, confiando en su palabra,
pero la judicial rondaba, su destino ya pesaba.
Cuando llegó a la reunión, el golpe estaba marcado,
junto con Enrique Días, a la prisión lo llevaron.
A golpes y bajo tortura, quisieron hacerlo hablar,
pero Calixto aguantó, su lealtad supo guardar.
Le achacaron dos años, en prisión tuvo que estar,
mientras Enrique Días, de por vida iba a pagar.
En Parral, Tataguel pensaba: “Algo raro sucedió,
desde que mi cuñado habló, el peligro se sintió.”
Clarita, la esposa de Calixto, a sus hermanos avisó,
“Mi marido está encerrado, y el préstamo nunca llegó.”
Sus cuñados y su mujer, a la cárcel lo visitaron,
en Durango vieron al hombre que firme se levantaba.
Dos años en cautiverio, Calixto nunca se quebró,
pero la lección fue clara: las malas amistades pesan, y el precio siempre llegó.
Coro
Así es cuando las amistades, malas, te van a llevar,
lo que brilla no es oro, y puede caro costar.
Calixto pagó su tiempo, con su orgullo intacto quedó,
pero Enrique Días en la cárcel, su vida entera perdió.
De Santiago a la prisión, esta historia quedó escrita,
en los ochenta enseñaron que el poder no es garantía.
Tatagüel lo supo a tiempo, pero Calixto no dudó,
y en este mundo de sombras su suerte se decidió.