Lyrics
Intro
A veces siento que mi historia no cabe en los libros,
que la tinta oficial no tiene espacio pa’ los míos.
Crecí escuchando que mi estado no existe...
pero aquí ando con mi pueblo que resiste
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**\[Verso 1 **
Mi abuelo me hablaba del campo, del frío,
de cuando los volcanes no eran postales pa’ los ricos.
De un pueblo que nunca agachó la cabeza,
Y que el pais entero le dio la espalda con tristeza
Tlaxcala, donde todo esto comenzó,
pero nadie lo menciona, como si no pasó.
Somos los fantasmas del salón de clases,
donde enseñan la conquista... sin nuestras frases.
Nos llaman traidores. Qué ironía tan cruel,
cuando fuimos los únicos que rompimos papel.
Los meshicas no eran santos, eran opresores,
nos cobraban tributo y destruían corazones.
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**\[Verso 2 – La alianza y la guerra]**
No fue Cortés — fuimos nosotros,
los que abrimos camino entre la sangre y los otros.
Mil españoles no podían con un continente,
pero miles de indígenas sí, firmemente.
Fue guerra entre pueblos, no un cuento sencillo,
pero lo resumen en dos páginas pa’ un chiquillo.
Y nos echan la culpa como si fuéramos ajenos,
como si Moctezuma hubiera sido bueno.
Pero él vivía como un dios, en oro y poder,
mientras al sur su gente no tenía pa' comer.
Nosotros ya teníamos senado, palabra y voz,
no necesitábamos un emperador ni un dios.
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**\[Verso 3 – La Malinche y las mujeres]**
Y a la Malinche también la pisotearon,
le dijeron traidora cuando fue puente, no disparo.
Traductora de mundos, de idiomas, de historia,
sin ella, no hay conquista, no hay memoria.
Era mujer, indígena, libre pensadora,
por eso duele más que la llamen traidora.
Pero a los que vendieron al pueblo por un cargo,
a esos sí les llaman padres… en un marco.
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**\[Verso 4 – Después del imperio]**
Cuando cayó Tenochtitlan, no nació México,
nació el virreinato con su escudo heráldico.
Y Tlaxcala siguió viva, con respeto ganado,
no como otros pueblos que fueron silenciados.
Colonizamos el norte, fuimos hasta Perú,
cruzamos mares a pie, sin pedir la luz.
En Cagayán peleamos contra samuráis y piratas,
nuestros nombres aún están escritos en las balas.
Pero el golpe final vino con la independencia,
cuando Juárez borró toda nuestra resistencia.
Del sesenta por ciento indígena quedamos veinte,
y ni uno solo hoy aparece en los billetes.
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**\[Verso 5 – México moderno, olvido sistemático]**
Nos llamaron “mestizos” pa’ tapar la raíz,
como si un apellido español nos hiciera feliz.
Nos quitaron la lengua, la tierra, los nombres,
y nos dieron una patria que no es de los pobres.
El olvido fue ley, decreto y castigo,
nos apagaron con libros, pero no están conmigo.
Yo recuerdo a Shicohténcatl con el pecho firme,
mientras tú en tele ves héroes que oprimen.
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**\[Verso 6 – Declaración y cierre]**
No somos el estado que dicen que no existe,
somos la memoria que aguanta y persiste.
La raíz más vieja marcada en el mapa,
la voz más antigua que no se escapa.