Con el permiso de nuestra gente que vive en la serranía Describiré en estos versos recordando aquella vida La que vivió en su momento, habló de Tony García
Desde pequeño daba la talla, lo quiso un pueblo completo Por las hazañas de honor, era un muchacho de retos Pues se atenía a sus puños, los que imponían respeto
Amó a sus hijos con toda el alma y a sus hermanas gemelas Como a sus padres y hermano Beto, con quien sembrara parcelas A parte de bajar trozos desde lo alto de la sierra
Antes que Dios lo llamara perdió a su papá Humberto Junto a tres amigos Rico fue un dos mil uno sangriento En manos de unos cobardes también Manríquez fue muerto
Disfrutaste de placeres, de aventuras y guitarras Alguien mucho te recuerda, tu primo Carlos Ibarra Que para él eras el tigre y admiración le causabas
Foringa 79 calles de Nicolás Bravo extrañan a García Un hombre justo y humano Que murió en un accidente ahí afuera de su patio