A veces mi alma muere para después vivir. A veces mi memoria me trae remembranzas Que hacen que en la nada tú vuelvas a surgir. A veces te pareces a una historia tierna Brotada de los labios de una madre buena Que mira a su retoño ferviente de ilusión. A veces con el viento renacen mis ensueños Porque la brisa suave parece transportar La fragancia celeste que calma mis desvelos Y en su profundo aroma te vuelvo a recordar. A veces se diluye mi vista peregrina Mirando el horizonte con incesante afán, e inerme en mi pupila se torna cristalina El ansia represada que muestra mi penar. A veces el pasado en ti se representa Trayendo la nostalgia de una vieja ilusión, Que más que un bello sueño quizá fue una quimera En donde se ha dormido muy solo un corazón. A veces cuando creo olvidada tu sonrisa Percibo tenuemente el eco de tu voz: Es el cielo que ríe observando la tristeza Del alma compungida que un día te adoró. A veces se diluye mi vista peregrina Mirando el horizonte con incesante afán, e inerme en mi pupila se torna cristalina El ansia represada que muestra mi penar.