Y no acaban las malas noticias Ni noches sin dormir pensando siempre en el dolor de su hijo Y una vez azotado a donde PILATOS otra vez Dios mío, Dios mío!! Mira como me lo han dejado ten piedad Dios mío de él Ruego tras ruego y pena tras pena Y ahora a la vía dolorosa … allí estaba María también Llevando la cruz en su corazón Por su hijo una espada de doble filo Que se clavaba en corazón de María Viendo a su hijo ensangrentado Y Con sus pocas fuerzas llevando la cruz del perdón