Aquel Conquistadores

Verso 1
En las calles de Conquistadores,
donde el sol bajaba lento,
jugábamos al fútbol en potreros,
más campo que cemento.
Las bicicletas corrían libres,
los sueños iban a mil,
y las tiendas del barrio eran testigos
de charlas sin fin.
Coro
Ay, Medellín de los ochenta,
con el peligro rondando en la esquina,
las explosiones al otro lado,
pero el corazón aún se ilumina.
Conquistadores, barrio de fe,
donde la esperanza nunca se fue,
los sueños eran un derecho,
y el alma nunca perdió su trecho.
Verso 2
Montañas verdes abrazaban la ciudad,
una vista limpia, sin edificios al volar,
los vecinos saludaban con nombres y sonrisas,
era un tiempo donde el alma no tenía prisas.
Sabíamos del peligro y su furor,
pero el barrio seguía con su calor,
las risas y el fútbol mantenían el compás,
aunque la pólvora rugía, Medellín no se iba a apagar.
Coro
Ay, Medellín de los ochenta,
con el peligro rondando en la esquina,
las explosiones al otro lado,
pero el corazón aún se ilumina.
Conquistadores, barrio de fe,
donde la esperanza nunca se fue,
los sueños eran un derecho,
y el alma nunca perdió su trecho.
Puente
Y aunque el miedo estaba en el aire,
las tardes se llenaban de emoción,
entre potreros y charlas de esquina,
vibraba feliz el corazón.
Montañas aún verdes, sin la carga de hoy,
éramos libres, sin saber que el tiempo se nos fue.
Coro Final
Ay, Medellín de los ochenta,
las explosiones no apagaban el alma,
las tardes de fútbol y bicicletas
llenaban de vida cada palma.
Conquistadores, barrio de ayer,
donde soñar era el único deber,
aunque el peligro estaba cerca,
el corazón siempre supo vibrar.