Testi
Eres, eras, un te quiero permanente
Seré y serás, mi mejor consejero
Volveré, volverás a ser mi mejor referente
Cuidaré y cuidarán tu imágen con esmero.
Así, así, así, así era nuestro Miguel
Aquí, aquí, aquí debería estar
Y no, no, no, no me hago a la idea
Adiós, adiós, me ahoga, el no verte más.
Me parece un imposible
no tenerte en el don Pancho,
en esas tardes de charla y de placer,
me sigue pareciendo un imposible
Teniamos tanto que contarnos,
tenia yo tanto que aprender.
Nunca te dije, te quiero,
no lo consideraba necesario,
desde tu enfermedad, lo digo
cientos de veces, a diario.
Nuestra diferencia de edad
terminó siendo una unión
nuestra relación profesional
el cordón umbilical de amor.
Eras como mi hijo mayor,
yo actuaba como un padre,
consejos, consejos y amor
con él, nunca quise equivocarme.
Nos dio una lección de aplomo,
y nos enseñó a saber estar.
Yo no vi ni por asomo,
que el cáncer, venía a matar.
Me parece un imposible
no tenerte en el don Pancho,
en esas tardes de charla y de placer,
me sigue pareciendo un imposible
Teniamos tanto que contarnos,
tenia yo tanto que aprender.
Compañeros de trabajo,
hablan de ti con pasión
te recuerdan en el tajo,
siempre humano y todo corazón.
Miguel me has roto el alma,
y también el corazón,
me has partido la esperanza
y destrozado la razón.
En el pueblo te despido,
cumpliendo, uno de tus deseos,
por ese amor correspondido,
cierro capítulo, pero mañana te veo.
Me parece un imposible
no tenerte en el don Pancho,
en esas tardes de charla y de placer,
me sigue pareciendo un imposible,
teniamos tanto que contarnos,
tenia yo tanto que aprender.