como sentencia de mis sentimientos... ¿existes? ¿o soy vulnerado por una frágil pasión? formándome en un espacio de quietud... ¿tendré que llorarte? ¿o sigo amándote en la tiniebla de la memoria? ¿o en la segura hostilidad que consagra mi dolor? me dejé hipnotizar por tu risa que lentamente al ritmo de las nubes in cáelo se desliza por mi sangre, haciéndome feliz y expandiendo las aureolas de eso, en la vitalidad de tu matriz. no la matriz de Miller, sino en la de mi mente. quejumbroso militante de mis palabras vagare ahí, en la piel de tu beso aniquilado. mi desafío es estar en tu vientre calcinado, harás de mi un ermitaño de la razón, soy matriz, fuego, y aislamiento vegetativo.