Testi
Corrido de la Chutama y la Tragedia en la Sierra
Por Parral vienen dos hermanos, Tatagüel y el Zurdo son,
con Calixto y con Senaido, socios fuertes del cargón.
Un cargamento valioso, en Santiago lo dejaron,
pero al volver por la chutama, la sorpresa se llevaron.
El cargamento robado, nadie quiso dar aviso,
pero ellos no eran de cuentos, y buscaron al preciso.
Con coraje y buena maña, dieron con los malhechores,
y entre golpes y pistolas, recuperaron favores.
En la cantina de los Calas, festejaron la victoria,
tequila y corridos fuertes, alimentaron su gloria.
Pero el destino traía sangre, en esa vida tan ruda,
y la tragedia en Garame dejó otra historia de viudas.
Senaido y Alejo un día, entre tragos discutieron,
en el camino a Garame, las pistolas se prendieron.
Alejo jaló primero, y a Senaido le dio muerte,
su cuerpo en la camioneta, quedó en manos de la suerte.
El Zurdo tomó el encargo, con respeto y precaución,
en avioneta llevó el cuerpo, hasta la última región.
Pero la familia en la sierra, quería al Zurdo ajustar,
pensaban que por el robo, él lo mandó a matar.
Coro
Era Santiago el testigo, del negocio y del dolor,
en los ochenta la muerte siempre cobraba su valor.
El Tatagüel y el Zurdo, con Calixto en la jugada,
perdieron a un socio leal, en esta vida arriesgada.
Las borracheras pesaban, con pistolas y contrabando,
y entre alcohol y chutamas, Durango seguía llorando.
Así quedó la leyenda, entre Parral y la sierra,
de los hermanos y el socio, que murió dejando guerra.