Testi
Pavinondas en la Ciudad
En la Ciudad de México vive Pavinondas,
con su risa contagiosa y sus locuras hondas.
Treinta años de travesuras, siempre a mil,
con su pantalón de mezclilla, nunca puede ser sutil.
¡Oh, Pavinondas! ¡Qué gran diversión!
Con su pastel en la mano, ¡vaya situación!
Se le cayó y voló, un desastre sin igual,
ahora todo su gris es un azul celestial.
Caminaba tan feliz, rumbo a casa de mamá,
el pastel brillaba, ¡oh, qué gran manjar!
Pero un perro travieso le cruzó el andar,
y el dulce voló, ¡no se pudo evitar!
¡Oh, Pavinondas! ¡Qué gran diversión!
Con su pastel en la mano, ¡vaya situación!
Se le cayó y voló, un desastre sin igual,
ahora todo su gris es un azul celestial.
Ríe y salta, no hay tiempo que perder,
en la ciudad siempre hay algo que hacer.
Con un manchón de azul, se ríe sin parar,
“¡Qué importa el pastel! ¡Siempre hay que disfrutar!”
¡Oh, Pavinondas! ¡Qué gran diversión!
Con su pastel en la mano, ¡vaya situación!
Se le cayó y voló, un desastre sin igual,
ahora todo su gris es un azul celestial.
Así es Pavinondas, un niño en el corazón,
con risas y travesuras, llena de alegría la ocasión.
En la Ciudad de México, nunca habrá un final,
mientras haya un pastel, siempre habrá un carnaval.