Testi
Estoy viendo al mundo desde el filo de la acera,
El sistema te empuja, tú gritas, nadie te espera,
Las sirenas son el himno, el concreto la bandera,
Pero aún camino recto, aunque la sombra me envenena.
Recuerdo a mamá diciendo "Dios te cuida en la noche",
Mientras afuera, la calle te convierte en fantoche,
Soy el eco de un barrio, un eco que rompe cerrojos,
Ríos de lágrimas, bañando cuerpos como rastrojos.
Hay hambre en los ojos, en los bolsillos ni el viento,
El silencio es un grito que te corta el aliento,
Soy un esclavo del ritmo, la libertad se paga,
Escribo para sanar, cada línea es mi daga.
Y sigo, sigo buscando redención,
En las calles, en la mente, en la voz de la nación,
Las cadenas se rompen, pero el alma sigue atada,
Es el peso del mundo en la mirada.
Soy la sombra en la esquina, la verdad escondida,
La lucha diaria, la vida es una apuesta perdida,
Dicen que el tiempo cura, pero las heridas siguen,
Cicatrices en el alma, los demonios persiguen.
La fe es un cuchillo de doble filo,
Te salva o te condena, ¿quién dicta el destino?
Nací en un mundo donde los sueños se ahogan,
Donde la esperanza se vende, pero nunca la cobran.