Testi
Disminuyen mis penas, surgen formas negativas en cadenas,
Intento expresar, mas me siento débil al hablar.
Inseguridades y dolores, ignorados son mis clamores,
Solo asienten, piden perdón, nunca cambian la situación.
Apagan mi luz, destrozan mi virtud,
Escuchan las voces en mi mente, dan vida a la corriente.
Pero a pesar de todo, me brindan apoyo,
Me hacen reír, me dan alivio en el despojo.
Sin filtro alguno, pueden herirme,
Pero también serán quienes me inspiren.
En mis peores días, ellos están,
Con el poder de impulsar un nuevo plan.
Me enseñan con su dulce dolor,
A buscar la fuerza, ser mejor, sin temor.
En el dolor descubro sombras nuevas,
En mi voz débil, mi verdad se entreteje.
Inseguridades ignoradas, dolores sin sonrisas,
Solo disculpas vacías, en el alma imprecisas.
Apagan la luz radiante en mi corazón,
Validan las voces, en confusión.
Pero aun así, me acompañan en la oscuridad,
Brindándome risas, en la adversidad.
Sin filtro alguno, pueden herirnos,
Pero también, en su esencia, nos definen.
En los peores momentos, su presencia es mi calma,
A través del dulce dolor, encuentro mi alma.
Cambiando el rumbo, en la tormenta resiliente,
Con su enseñanza, fuerte y valiente.