Paroles
Le habían roto la boca, con palabras que destrozan, hasta a cualquier general. No digo que no lo mereciera, pero como sabrá cualquiera, en cuestiones de azar, no siempre se da a la primera.
Soñador y visionario, todo eso pasa a diario, como tantas otras cosas. Aunque el estómago pida mariposas, la vida, te da… Nada en realidad.
Y si alguien le aconsejaba, siempre contestaba.
No quiero vivir a tu manera, ni comprar a la primera, ni en Zara ni por internet. Cuando me muera, que no queda mucho, quiero solo un buen discurso y ese se quien lo dirá, lo tengo elegido. Volad y volad.
Nos pasamos de bohemios, de ricos en miras, de pobres en sobres. Odiando la realidad, se esconde un alma marchita que quiere querer, pero le cuesta, por una vez, de verdad.
Y por la noche no duerme. Se queda mirando al techo, a Peter, panes sin sentido o ciertos juegos de cartas, porque a veces, soñar no falta.
No quiero vivir a tu manera, ni comprar a la primera, ni en Zara ni por internet. Cuando me muera, que no queda mucho, quiero solo un buen discurso y ese se quien lo dirá, lo tengo elegido. Volad y volad.
No quiero vivir a tu manera, ni comprar a la primera, ni en Zara ni por internet. Cuando me muera, que no queda mucho, quiero solo un buen discurso y ese se quien lo dirá, lo tengo elegido. Volad y volad.
Querer no sobra, lo que sobra son exigencias.
Soy de los que, después de la paliza, se levantan deprisa para decir:
Solo esto sabéis hacer.