Paroles
Todo el tiempo medito en ti Señor, eres para mí el más grande amor, he sentido tu presencia de diversas formas y he quedado prendido a ella.
Es como un bálsamo que recorre mi ser, como el agua que bebo y aplaca mi sed, no hay nada más deleitoso para mi vida que estar ante ti, que suspirar en tu gloria.
Te has convertido en mi todo Señor, he emprendido junto a ti un viaje extraordinario en el que he sido poco a poco mudado, he sido transformado en otro ser, lleno de tu gloria y gracia.
Te ha placido revelarme esos secretos y por tu gran amor no he sido destruido, no he sido abatido porque cuidas de mí y de cada paso que doy.
Tienes cuidado de mis amados, proteges a los que amo y eres una coraza alrededor de ellos, quién podrá llegar a ellos y a mí, si eres tú nuestro protector, nuestro refugio que nos guarda del mal.
Somos tus hijos y nuestros pecados han sido perdonados por tu gran amor, por la sangre de tu hijo derramada en la cruz, somos tuyos Señor, eternamente y te alabo por ello Padre celestial, te adoro por tu grandeza y por tus maravillas.
Que tu Espíritu siga guiando mi camino, que cuide de mí y los que amo, que nos conduzca continuamente a ti, que nunca se aparte de nosotros, más bien que tome todo de nosotros y vengamos a ser uno contigo, uno deseamos ser.
Haznos uno contigo, danos esa gloria tuya de ser uno contigo, una sola cosa, una sola palabra en ti, vive a través de nosotros Señor.