treinta años atrás o quizás más entre palabras y licor recuerdo esas señas en tu mirada es que mis mejillas en ardor establecían un rubor extraño ser que se confundía entre esa misteriosa encrucijada sabiendo siempre que estabas estereotipada anduve tantas cuadras emancipadas siempre en mi Peñaflor con tanto candor pensando en tu posición y yo en esa pasión que surgía de un rincón tan linda versión de lo que podía ser un amor y hoy te veo solitaria pero nunca estrafalaria eran tiempos de color y sabor, de ilusión y adulación nunca fuimos tan bonitos como en aquella ocasión anduve tantas cuadras emancipadas siempre en mi Peñaflor con tanto candor pensando en tu posición pavimentando y caminando a las fiestas de al lado el barrio de los cuicos convertidos en sensación un tipo odioso bebiendo como un rabioso y único no era lo que esperábamos, ni menos lo que sumábamos quien pudo ser el que te abrazó el que te perturbó y arrasó el que no tuvo compasión con mi corazón y te veo con emoción en este lugar de terminación lejos de lo que pudo ser un tremendo amor