La Shekinah de Dios

Levantaste el Tabernáculo de reunión para mostrar tu Shekinah, Moisés hablaba cara a cara ante ti en el lugar Santísimo, descendiste desde tu trono tomando un cuerpo, convertiste éste en el Tabernáculo.
Tú caminaste entre los hombres como el tabernáculo vivo, ante los ojos de todos, ahora te veían cara a cara, todo el pueblo, saliste a nuestro encuentro para salvarnos.
Te has mostrado tal y como eres y aún no hemos comprendido que has hecho de nosotros tabernáculos vivos, que ahora more tu presencia eternamente en nuestras vidas, que esto mortal sea vestido de inmortalidad.
Es hora Señor, elévanos a las moradas celestiales a donde pertenecemos que es junto a ti, adorándote siempre, rendidos en tu presencia, reverenciando tu trono y unidos al canto, ¡solo tú eres digno, no hay otro en la tierra, ni en los cielos tan digno.!, solo tú eres digno, no hay otro en la tierra, ni en los cielos tan digno.!