Un líder no puede ser de cartón, sino que debe ser de buen corazón, atento y servicial para poder llegar y triunfar junto a su equipo y así la meta poder alcanzar. Aunque el camino sea difícil lo importante es no bajar la mirada y dar lo máximo de sí. En algunas situaciones desconfía de sí mismo y siente que no puede más pero junto al apoyo de su equipo sus fuerzas renovará y el camino seguirá. Un buen líder a otros debe escuchar para así los desafíos superar y ganar con esfuerzo el cariño y apoyo de todo su equipo una vez más.