SABINA

SABINA
Te soñé, te planeé, te programé y te amé.
Después te concebí y paciente te esperé.
Cada día que pasaste dentro de mi panza.
Me preocupé por ti con ternura y esperanza.
Me cuidé y cuidé tu desarrollo ilusionada.
Con gran optimismo esperaba tu llegada.
¡Oh Sabina! tu nacimiento, mi mejor anhelo.
Eres como un ángel que ha caído del cielo.
Tu llegada es para mí como un regalo divino.
Te amo y aspiro con paciencia guiar tu camino.
Cuando apenas abres tus ojos al mundo.
Tú mirada expresa algo muy profundo.
Tu alegre sonrisa es caricia para el alma.
Tú hermosa presencia me brinda la calma.
Tus aguerridos gritos exigiendo mi atención.
Me llenan de gozo y una gran satisfacción.
Eres el claro reflejo de un sueño realizado.
Eres, por tanto, lo mejor que me ha pasado.
Tú me enseñaras a desbrozar la senda.
Luchando juntas libraremos la contienda.
Siempre unidas lograremos la victoria.
De la mano de Dios ¡Qué es la gloria!